Estocolmo está repartida sobre 14 islas situadas en el lago Mälaren y se extiende hacia el mar Báltico. Sus grandiosos edificios públicos, palacios, rico legado histórico y museos relatan de manera espléndida sus 700 años de historia.Quizás, ningún otro sitio lo ilustra mejor que Gamla Stan, el centro histórico, donde uno puede admirar preciosas calles adoquinadas, edificios retorcidos pero perfectamente conservados, el famoso Palacio Real, iglesias góticas y excelentes restaurantes y tiendas donde adquirir artículos de "diseño" sueco.
En este viaje pasamos mucho frío, más del que pensábamos. La ciudad me dejó muy buen sabor de boca, a pesar de lo caro que me pareció todo, y sin duda fue el detonante de impulsar mi interés por las ciudades.
