Es algo comprensible que a muchos no les llame absolutamente nada la atención viajar a Siria. A priori razones no faltan pero son hoy infundadas si hablamos de “seguridad” para el viajero.
Pero es un destino sorprendente y fantástico, lleno de alicientes. Y relativamente seguro en sus zonas "visitables", como ya me habían dicho. Ha sido un emocionante descubrimiento comprobar que, después de una década de intenso conflicto, Siria está finalmente abriéndose al turismo. Es un país muy antiguo con una rica historia, muy espectacular, mucha de la cual por suerte es aún muy evidente... y de nuevo visitable.
Posiblemente al gobierno sirio le interese que muchos vayamos y contemos que todo parece ir mejorando. Es un asunto complejo. No reescribiré la Historia ni blanquearé al gobierno de al-Assad, responsable también de la aún grave situación de Siria: la devastación de la guerra (2011-2021) y la existencia de crímenes contra la Humanidad con miles de muertos y millones de refugiados que aún no pueden volver, hacen que muchos viajeros descarten ir a Siria.
Muchas no las voy a publicar por seguridad, discreción debida y sentido común, pero tengo extraordinarias fotos y videos de este apasionante viaje a un país que esconde muchos tesoros y que he visitado durante 8D. La gente es maravillosa, tan cálida y hospitalaria… a pesar del horror de la guerra: luchan por salir adelante con más fuerza que nostalgia.
La “humanidad” y el cariño han sido muy palpables en todo momento. Con un saludo, y la sonrisa siempre preparada, abres todas las puertas. Son unos supervivientes. Un rincón del mundo injustamente tratado que rebosa cultura e historia milenaria por los cuatro costados. He aprendido mucho. Y todo sin apenas turismo. Normal... y perfecto. Un viaje lleno de momentos únicos e imborrables para el recuerdo.
Oriente Medio, un turismo diferente, me ha enganchado definitivamente tras haber visitado ya Irán, Yemen (Socotra), Omán y ahora Líbano y Siria. Qatar y EAU también, pero mucho menos. Tengo a Irak en el radar para 2023 aunque no tanto a Arabia Saudí.
El pueblo sirio es una de las civilizaciones más antiguas del mundo y Siria (en sus zonas seguras) uno de los lugares más fascinantes para conocer hoy en Oriente Medio. Atrapado bajo los ataques, ha luchado mucho por sobrevivir.
Siria era territorio vedado desde hace años. La guerra civil comenzó en marzo 2011, copó titulares y traumatizó a este país. Hoy en día, la guerra casi ha terminado y hay algunas zonas controladas por el Gobierno que ahora son relativamente seguras para los viajeros.
Con el alma encogida en ocasiones, he tenido la oportunidad de ver parte de la terrible destrucción de la guerra, a veces encontrando balas y metralla sin recoger, así como presenciar impresionado las primeras etapas de los proyectos de reconstrucción masivos que los sirios están emprendiendo ahora.
Desgarrador, muy impactante y con una recompensa viajera brutal. Tuve la suerte de visitar lugares históricos realmente increíbles y muy espectaculares. Y hablar con muchos sirios. Me encanta la geopolítica, he disfrutado más de lo imaginable y aprendido mucho escuchando de primera mano, y leyendo antes, acerca de la compleja situación en Siria, que trataré de explicar en cierta medida aunque sea imposible ir más allá de un diagnóstico bélico o religioso, derivado de una previa y durísima represión civil.
Hay tantas cosas que se han hecho mal en Siria… y todas tan inútiles…
No soy ni pretendo ser periodista, solo un viajero que se mueve por el olfato de ser testigo de realidades históricas y sociales muy diferentes a la mía y aprender de ellas.
Ahora que este país devastado por la guerra está tratando de reconstruirse, algunas agencias especializadas comienzan a organizar expediciones y los viajeros somos muy bienvenidos al que alguna vez fue uno de los países más visitados de la región.
El centro histórico de Damasco, la ciudadela de Alepo, el castillo cruzado de Krak des Chevaliers, las ruinas de Palmira o el Teatro romano de Bosra, son atractivos de talla mundial que explican por qué, antes de la guerra, Siria llegó a recibir 8,5 millones de turistas al año.
He conocido sirios que me dieron su versión de lo sucedido y fui testigo directo de una de las mayores crisis humanitarias del S. XXI, visitando algunos lugares impactantes.
Me informé bien antes de viajar a Siria. Y durante mi viaje escuché muy atentamente a todos los sirios con los que hablé.
El insólito y complejo equilibrio político en Siria y la dificultad
de explicar por qué el país está como está tras tantos años de guerra, son dos
ideas que me estuvieron sobrevolando durante todo el viaje: estuve con los ojos
y oídos bien abiertos para tratar de entender, al menos un poco, un conflicto tan
enconado: el terrorismo yihadista (sobre todo ISIS y Al Qaeda), aunque hoy casi controlado en Siria, se extendió por gran parte de Irak (tras la marcha de EE.UU.) y de Siria (tras la represión civil de al-Assad) y tuvo gran parte de culpa de estar donde estamos ahora. Trataré de explicarlo en este post.
Solo espero arrojar algo de luz poniendo en valor un extraordinario viaje que para mí ha sido apasionante y súper interesante.
Al dejar Siria, ya de regreso a Beirut, un militar del Ejército Sirio que subió a nuestro minibús en el último check-point, con una sincera sonrisa nos dijo algo que me dejó pensativo y a la vez satisfecho: “muchas gracias por haber ayudado a que Siria brille de nuevo con vuestra visita”.
Se me ha quedado grabado.
7. CLAVES DE LA GUERRA (solo para muy interesados)
Puedes desde aquí acceder a los otros dos posts de este viaje:
INTRODUCCIÓN AL VIAJE A LIBANO Y SIRIA
Y como siempre, dejo un video en HD: VIDEO DE SIRIA