Un planazo irrepetible, pero para ir solo, sin nadie que te marque el ritmo ni se retraiga por algunas cosas como las que se ven en algunas fotos.
De lunes a viernes estuve trabajando, y el viernes a la tarde me fui en avión (casi 2h.) hasta Iquitos, una ciudad cercana a la frontera con Brasil y Colombia y a la que solo se puede llegar por aire. Ahí me estaba esperando un guía que me llevó en barco 40 km río abajo por el Amazonas.
Llegué de noche a una especie de albergue o lodge (http://www.explorama.com.pe/ceibatops_lodge.php) en plena selva y,
por los ruidos de animales que oyes, enseguida te das cuenta que estás en un
sitio muy recóndito del planeta.
Vamos...