Era más que una corazonada. Quería algo diferente: un viaje de sensaciones
y de sentimientos. Me emocionaba poder regresar estas navidades al África negra
para hacer una ruta en 4x4 de 13 días, que nos ha parecido un mes, por uno de
los países más auténticos del Golfo de Guinea.
El África poco turística tiene un plus brutal y una atracción inusual
y adictiva para el viajero. Y Benin tiene algo único y diferencial: está muy anclado
en el tiempo, tiene muchos contrastes y aspectos por conocer. Es seguro y aún muy virgen.
Definitivamente me ha parecido, en el buen sentido, un viaje estremecedor. Y la flexibilidad nos ha permitido cambiar algunas cosas del plan previsto inicialmente, improvisar y sacar chispas sobre el terreno, gracias a un magnífico guía local (Oumar Farouck), del que luego hablaré.
Un viaje por el África negra más auténtica y que ha sido, como en los que hice a Myanmar, Camerún, Mozambique y Madagascar, una magnífica experiencia solidaria: llevé dos enormes maletas con ropa, zapatos y juguetes para su reparto directo y coordinado con los responsables de los poblados y a través de mi guía local, momentos siempre impactantes y muy emocionantes. Con respeto y cariño.
Ha
sido además el primer viaje que hago solo con mi hija.
Una nueva etapa en mi vida que ha comenzado –quizás de manera premonitoria- con el que creo ha podido ser el viaje más estimulante que he realizado, y son ya 50 países...
Una nueva etapa en mi vida que ha comenzado –quizás de manera premonitoria- con el que creo ha podido ser el viaje más estimulante que he realizado, y son ya 50 países...
Dejo dos vídeos de mi viaje, con música de la beninesa Angelique Kidjo:
1- DE SUR A NORTE
2- DE NORTE A SUR
Puede haber sido el viaje de mi vida... que es mucho decir.