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01 octubre 1996

INDONESIA (SUMATRA, JAVA & BALI) 1996 october

Un viaje fantástico.

Era mi viaje más largo hasta la fecha, y el primero que hice sin un plan preestablecido: 3 semanas y sin reservar hoteles, aunque tenía información suficiente para "sobrevivir".

Indonesia tiene más de 18.000 islas y hay mucho para ver si bien las principales son las tres que conocimos, más Sulawesi y (parte de) Borneo.

Visitamos Sumatra, Java y Bali. Un viaje ciertamente "valiente" (1.996) cuando solo algunos tour-operadores como Kuoni o Catai llevaban (solo) a Bali a gente con mucha pasta.

Sumatra nos dejó impresionados por la cultura batak y la grandiosidad del Lago Toba. Java nos regaló el sobrecogedor templo de Borobudur, y los preciosos paisajes de Bali no nos dejaron indiferentes, con imponentes volcanes que dibujaban el contorno de la isla, preciosos campos de arroz que teñían los campos balineses, cataratas como las de Gitgit, e increibles lagos rodeados de bosques. 

Y, en el norte de Bali, un snorkel de lujo, con un maravilloso patrimonio sumergido de fauna, arrecifes de coral y muchos delfines. El sur de Bali, es lo más famoso pero estaba claramente sobrevalorado y ha sido lo menos interesante del viaje.

El último día, al regreso, estuvimos en Londres, en una escala que obligaba a dormir allí.

Fotos analógicas.

Ahora lo cuento...


SUMATRA

Aterrizamos en Medán, vía Bangkok, desde Londres. 

En el aeropuerto de Medán conocimos a unos gallegos de viaje de novios que venían de Bali (y en un par de días con ellos no pararon de discutir al ver los precios que pagábamos nosotros y lo que pagaron ellos desde España: vaya robo!). Coincidimos en nuestro 1er destino: íbamos al Lago Toba.

Su guía inglés nos consiguió un transporte solo para nosotros, al que le apuntó la matrícula y con el que, por cierto, tuvimos alguna duda de que al final no fueran a atracarnos cuando llegamos ya de noche al Lago Toba: unas miradas y unas conversaciones entre el conductor y sus amigos no nos auguraron nada bueno y tuvimos que levantar mucho la voz y sobreactuar para agilizar que nos buscasen un barco, con un mucho de tensión. No pasó nada, pero estábamos ya algo acojonados (no nos hablaban en inglés).

El impresionante Lago Toba, a 175 km de Medan, capital de Sumatra, está situado al norte de la isla, formado hace 75 mil años tras la erupción de un volcán, y la inundación de su gigantesco cráter formó el Toba, el lago más grande del Sudeste Asiático, con 100 km de largo por 30 km de ancho y una profundidad de más de 450 metros. Desde Parapat, nos adentramos en ferry por el Lago Toba para acercarnos a la isla de Samosir, auténtico centro de la cultura Batak, donde hay tan solo dos pueblos, Ambarita y Tuk Tuk y este último alberga la mayoría de los hoteles.

Recorrimos la isla y nos encontramos con el pueblo Batak. Hace "tan solo" 150 años era un clan que practicaba la brujería y el canibalismo. Al enterarse, un grupo de misioneros holandeses viajaron de Medan a Samosir para convertirlos al cristianismo. Actualmente la iglesia Batak es la mayor congregación cristiana de Indonesia. Impresionante. 

La cultura batak destaca en tejidos, tallas de madera y especialmente en sus adornadas tumbas de piedra: su cultura de enterramiento es muy rica y compleja e incluye una ceremonia en la cual los huesos de los propios ancestros son reenterrados varios años tras la muerte, o eso nos decían..

Al otro extremo de la isla había unas aguas termales que brotaban bajo la tierra con un fuerte olor a azufre (huevos podridos) y nos bañamos allí mismo en una especie de piscinas, con los gallegos, y bajo una montaña llena de niebla. Fantástico. Ya en el interior encontramos poblados en el campo, donde la gente vive pendiente de sus cosechas, a un ritmo muyyyy tranquilo y alejados de todo.







JAVA

Ya en Java, donde llegamos a través de Yogyakarta, nos fuimos en coche (40 km, 1 hora) hasta el imponente templo de Borobudur, que es el mayor centro de peregrinación budista del mundo y como no podría ser de otra forma, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Borobudur es el sitio más visitado de Indonesia y es una especia de estupa budista con forma de pirámide, que destaca por sus paredes decoradas en bajo relieves y mas de 500 estatuas de Buda. Posiblemente uno de los sitios más impactantes en los que, a fecha de hoy, he visitado. Entre la niebla, con poca gente, y un silencio tremendo, uno no podía más que empequeñecerse.

Otro día fuimos al templo hindú de Prambanan, el más importante de la Indonesia, a 18 km. de Yogyakarta. Es un conjunto de mas de 200 templos dedicados a los tres dioses principales del hinduismo (Brahma, Visnú y Shivá), y pertenecen al Patrimonio de la Humanidad Unesco desde 1991. Los templos son de arquitectura típica hindú y son estructuras de casi 50 metros de altura; el complejo tenía templos restaurados y otros en fase de restauración. Ese día era festivo, y muchos niños se querían sacar fotos con nosotros.

Yogyakarta, base de operaciones, resultó ser una ciudad bulliciosa y divertida, nuestro hotel estaba en la céntrica y vibrante Malioboro Street, con muchas tiendas y restaurantes, y donde compré un montón reproducciones de guitarras eléctricas de madera (Gibson, Fender,...) que luego quise importar a España pero no hubo forma de ponerse de acuerdo con la forma de pago. Muchos paseos en trishaw (bicicleta para dos plazas de pasajeros) y regateo permanente para todo.












BALI

Desde Yakarta, Java, tomamos un vuelo a Den Pasar (capital  de Bali), que resultó tremendo pues a los 5 min. de despegar, con una tormenta impresionante, el avión comenzó "como a bajar escaleras" y, en fin, la gente lloraba y muchos (nosotros mismos) "nos despedimos...". Una experiencia muy trágica que no se la deseo a nadie porque nos puso a prueba (es verdad eso de que se te pasan por la cabeza recuerdos y gente a la que quieres). Al aterrizar en Bali besé el suelo, como el Papa. Muchos lo hicieron. Malos recuerdos, de los que me cuesta hablar.

Qué decir de Bali, pues que quizás la gente que vaya al sur de la isla va un poco engañada. Conocida como "la Isla de los dioses", esta no tan paradisíaca isla, es famosa por sus elaborados templos y la cordialidad de sus gentes, pero lo que son sus playas del Sur, bordeadas de palmeras la verdad es que no dicen mucho y es algo decepcionante (a excepción del norte, MUCHO más interesante). Ciertamente la isla está repleta de manantiales, densas junglas y pueblos con una cultura muy interesante.

Nos alojamos en Sanur, un pueblo tranquilo y algo alejado de Kuta (con un "marchón" nocturno increíble, venta ambulante de todo y una puesta de sol largamente celebrada por locales y turistas). 

Fuimos a Kuta en taxi un par de veces y una cenamos en el Hard-Rock, donde hubo un atentado con 25 muertos en 2005, aunque en Kuta ya hubo otro de 200 muertos en 2002. 

En general vimos muchos australianos (pensemos lo cerca que están) que se venían "de fin de semana", como el que se va de España a Ibiza. Todo nos parecía realmente barato, así que imagínate para ellos. Kuta, abarrotada y desordenada, era un centro de drogas y alcohol, aunque con cierto encanto justamente por mostrar la cara más calavera de un país tan tranquilo y espiritual.

Una decepción de la que pudimos disfrutar en parte: Nusa Dua. Nos hicimos pasar por huéspedes y cruzamos una valla vigilada. Allí estaban alineados el Hilton, el Hyatt, el Meliá,...donde tomamos unas cervezas y usamos todas sus piscinas. La playa nos pareció horrible, como casi todas las del sur de Bali: agua caliente, mucha alga, poca profundidad, y por supuesto sin olas. En fin, lo siento por quienes van allí buscando playa. Aproveché para hacer Para-sailing, una gozada.

Nos fuimos al Norte 4 días, lo cual era el objetivo. Un taxista de Sanur nos ofreció llevarnos en coche hasta el norte. Casi nos morimos del descojono cuando, de haberle conocido vestido como un "delincuente" el día anterior, se presentó con sus mejoras galas al dia siguiente (iba a aprovechar a visitar a su familia). Buenísimo. Cruzamos Bali de sur a norte con calma y paramos en muchos sitios, templos, cascadas fantásticas, reservas de monos,... en fin, imposible aburrirse y ahora siempre pienso en las pocas fotos buenas que saqué. 

Tras negociar precio in-situ con un par de hoteles, tuvimos suerte (apenas habia turistas) y pillamos uno muy bueno en Lovina, lo cual agradecimos. Lovina es una zona de playas negras de arena volcánica y aguas cálidas . Era famosa por las excursiones que te llevan a ver delfines al amanecer (fuimos dos dias, de madrugón a las 5am). 
Las aguas de Lovina son templadas y muy tranquilas, además de estar llenas de peces y langostinos (decían que esta buena dosis de alimento es lo que más atraía a los delfines que se acercaban para comer en esta zona)…grabamos mucho en cámara de video de 8mm. Al amanecer, los delfines salían a comer langostinos en las zonas en que el sol brillaba en el agua al empezar a salir por encima de la montaña. Vimos que el negocio turístico alrededor de los delfines se estaba disparando y cada mañana parten una buena cantidad de barcos. Poco responsable sin duda...

Un momento cumbre fue mezclarnos en un poblado costero con un muchedumbre que estaba haciendo una ofrenda al sol, con vestidos coloridos y cánticos. La verdad es que fue impactante vernos allí entre ellos. 

Con base en Lovina fuimos a Singarajá, antigua capital holandesa de Bali, que tenía un mercado muy colorido y el lago de Bratan donde se puede visitar un templo rodeado por agua... que estaba totalmente seco, 
Pura Ulun Danu, que aparece en muchas fotos como flotando sobre el lago del cráter produciendo increíbles reflejos en el agua. Cerca pude ver una zona donde viven monos en libertad y muchas veces asoman sus narices cerca de la carretera.

Vimos también la cascada Git Git, en un entorno natural exuberante. Para verla la caminata no es de más de 15 minutos y las vistas merecen la pena. Si el día es caluroso te puedes dar un chapuzón, como así fué.

En suma, este viaje ha despertado mucho el "hambre" de viajar, tras la buena experiencia de Costa Rica. 
Aprendí lo que es viajar sin reservas previas (solo los vuelos) y comprobé que la flexibilidad es oro molido porque te permite optimizar todo mucho, y eso es justamente lo que uno busca, cuando solo tiene 1 mes de vacaciones al año: descanso y aventura.























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